LOS CRISTIANOS ÍNTEGROS EN UNA SOCIEDAD DE CORRUPCIÓN Por Fernando Jiménez (Cali / Colombia)

17.07.2012 14:12

 

La carta me llegó desde el norte de Chile. Se veía sincera. Entre sus líneas se podía leer una auténtica preocupación: “Soy secretaria. Trabajo con un abogado. Es un buen jefe, comprensivo y tolerante. Sin embargo, desde un tiempo para acá me pide que le diga a algunos clientes que no está en la oficina. Es mentira, por supuesto. Como cristiana, no quiero mentir. Necesito el empleo, pero me siento mal haciéndome partícipe del engaño.¿Qué debo hacer?¿Renuncio?. Cordialmente, Patricia L. “ La situación de esta chica es el reflejo de la situación que viven muchos cristianos enfrentados a una sociedad corroída por el engaño, la mentira y el abuso. Cualquiera que sea el caso, le corresponde al creyente asumir una posición.

CRISTIANOS DE FACHADA

Hoy día muchos profesan se cristianos pero no reflejan a Cristo en sus vidas. Llevan la Biblia bajo el brazo, son puntuales para llegar a las celebraciones de culto, danzan y alaban al Señor. Incluso exteriorizan a la perfección la jerga evangélica: “Dios le bendiga”, “Hermana ¿Cómo van las cosas?¿Bendecido?”,. “¡Gloria a Dios!”, y cuantas frases y palabras identifican a los creyentes. Sin embargo, dentro no dejan que Jesucristo obre la verdadera transformación de sus vidas.

Son cristianos de fachada. Muestran una imagen, pero sus acciones distan mucho de testimoniar el amor de Dios. Esa actitud hipócrita es la que ha causado un enorme daño al pueblo evangélico. Bien se anticipó nuestro amado Señor Jesucristo al decir: “Así que por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de

mi padre que está en el cielo”(Mateo 7:20, 21 Nueva Versión Internacional).

Le ofrezco dos alternativas: la primera, si se ofendió, puede cerrar este artículo e ir en busca de otro que le diga cosas bonitas; la segunda, déjese confrontar por la palabra de Dios y ¡Comience el cambio hoy!.